Vladimir Nabokov, el novelista de los problemas de ajedrez

Muchos conocerán al escritor ruso Vladimir Nabokov, de quien hoy se cumplen 39 años de su fallecimiento, por su máxima creación literaria: “Lolita”, de 1955, obra que lo lanzó a la fama mundial. Pero Nabokov fue también un excelente compositor de Problemas de Ajedrez, todos ellos de una sutil belleza e impecable factura.

nabokoviVladimir Nabokov nació en 1899 San Petersburgo, en la Rusia a los zares, en el seno de una familia aristocrática y sumamente acaudalada. Luego de la Revolución Rusa, la familia debió exiliarse primero en Inglaterra y luego en Alemania hasta 1940, año en el cual Vladimir se traslada a los Estados Unidos, país en el que desarrollará su ya iniciada carrera literaria, que trascendería fronteras y le daría fama mundial gracias, no solamente a “Lolita”, su obra cumbre, sino también a grandes novelas como “Pálido fuego” y “Ada y el ardor”.

Pero no solamente en literatura brilló Nabokov. Fue también un especialista en entomología, que el estudio científico de los insectos. Y se destacó como un ajedrecista de muy buen nivel, creador de varios Problemas de Ajedrez.

Durante sus años en Alemania, Vladimir frecuentó a muchos de los más renombrados maestros del juego ciencia de la época, sobre todo a su amigo Curt Von Bardeleben, y jugó a menudo en los cafés de Berlín contra fuertes jugadores, siendo un rival respetado y valorado por todos. Es por esta época que publica su novela “La defensa Luzhin”, la historia de un maestro de ajedrez y su obsesión con el juego. Se dice que el autor tomó tramos de la vida del nombrado Bardeleben, como así también de Alekhine y de Steinitz, para caracterizar a sus personajes.

Pero su aporte más importante a nuestro juego fue, sin duda alguna, la composición de problemas, esa compleja y a veces menospreciada rama del arte ajedrecístico.

nabokov02Su obra titulada «Poems and Problems» apareció originalmente en 1969. Consta de cincuenta y tres composiciones poéticas, treinta y nueve de los cuales fueron escritos en ruso y traducidos por Nabokov al inglés, y también, dieciocho enigmas ajedrecísticos que, además del desafío intelectual, tienen como característica distintiva cierto aire estético que los vuelve piezas únicas. En los mismos puede apreciarse el dominio de la técnica ajedrecística que el escritor poseía, como así también, su elevado sentido de la belleza que el juego puede brindar.

Son admirables algunos comentarios que Nabokov ha dejado sobre el tema, por ejemplo:
“Los problemas son como espejismos o ilusiones de una sutileza diabólica”
“No dudo que hay un vinculo real e intimo entre algunos espejismos de mi prosa y el tejido brillante y oscuro de los problemas de ajedrez”

En su autobiografía, “Habla, Memoria”, dedica varios párrafos a esta faceta tan central de su vida. Aquí extractamos, para finalizar, un fragmento:

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Juegan las blancas y dan mate en 3. Problema compuesto en abril de 1965.

“A lo largo de mis veinte años de exilio dediqué una prodigiosa cantidad de tiempo a la composición de problemas de ajedrez. Se fija en el tablero cierta disposición, y el problema a resolver consiste en averiguar cómo hacerles mate a las negras en un número determinado de movimientos, por lo general dos o tres. Es un arte bello, complejo y estéril, que sólo está relacionado con la forma corriente de este juego en la misma medida en que, por ejemplo, tanto el malabarista que inventa un nuevo número como el tenista que gana un torneo sacan provecho de las propiedades de las esferas. La mayor parte de los jugadores de ajedrez, de hecho, maestros como aficionados, sólo sienten un leve interés por estos acertijos especializadísimos, fantásticos y elegantes, y aun en el caso de que apreciasen algún problema difícil se quedarían perplejos si alguien les invitara a que ellos mismos compusieran otro.”

Vladimir Nabokov, el novelista de los problemas de ajedrez