Mark Dvoretsky, fue quizás el mejor entrenador que haya tenido el ajedrez, y una referencia ineludible para varias generaciones de jugadores, estudiantes y docentes por sus aportes literarios al aprendizaje del juego.
Cuando en 1973 ganó el campeonato de Moscú y, a años siguiente terminó quinto en el duro campeonato nacional soviético, todo hacía presagiar que Dvoretsky estaba listo para dar la pelea bien arriba. Según Chessmetrics, que analiza la fuerza de juego previa al Elo, sus resultados lo ubicaban como N°20 del mundo.
Pero el talentoso jugador ruso decidió dejar el juego profesional y dedicarse al entrenamiento. Se dice que su gustó por esa labor comenzó cuando estudiaba la licenciatura en matemáticas, en la que se graduó, pero – como sea- es demasiado larga la lista de jugadores que se lo pueden agradecer: desde sus trabajos con Aleksey Dreev, Victor Bologan, Ernesto Inarkiev a sus sesiones de entrenamiento con, entre otros, Garry Kasparov,Viswanathan Anand, Veselin Topalov, Bareev Evgeny, Joel Lautier y Loek van Wely.
Pero su trabajo más destacado y conocido sin duda fue con Artur Yusúpov: no sólo porque ayudó a su compatriota a alcanzar el N°3 del mundo (sólo superado por Karpov y Kasparov) sino porque daba origen a una sociedad que fundaría una escuela de entrenamiento de ajedrez que haría historia y acercaría al ajedrez a muchas figuras de la actualidad.
«Secretos del entrenamiento», «Secretos de la táctica» y – junto a Yusupov- «Entrenamiento de Elite» y «Técnica para el jugador de torneo» son algunas de sus más de decenas de obras que marcaron época y – además de ayudar a grandes maestros a luchar en lo más alto- permitieron transformarse en maestros a muchos jugadores de fuerza mediana.No es costumbre de este portal hacerlo, pero es imposible no recomendar su obra a todo jugador que quiera progresar con seriedad pero con placer.
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