De tránsfugas, exiliados y desarraigos

Los cambios de nacionalidad, las deserciones, los desarraigos y los exilios, fueron noticia permanente durante los años de la “Cortina de Hierro” y aún después. El ajedrez de alto nivel, como toda otra disciplina de relevancia intelectual, no fue ajeno a las tensiones políticas de la época, caracterizadas por acusaciones cruzadas entre los bloques en disputa y definitivamente consolidadas en “formato ajedrecístico” durante el match Spassky-Fischer de 1972 y llevadas a primer plano nuevamente en 1976, con la fuga de la Unión Soviética protagonizada por el más conocido de los jugadores exiliados: Viktor Korchnoi.
Es en un nuevo contexto que, muchos años después de caído el Muro de Berlín, y Perestroika mediante, el match por el campeonato del mundo a disputarse a partir del próximo 11 de Noviembre, contiene algunos ingredientes que nos hacen recordar aquellos lejanos tiempos.
De paso, hagamos una breve síntesis de los más resonantes casos de cambios de nacionalidad en el mundo del ajedrez, sean cuales hayan sido las motivaciones de los mismos.

Por Horacio R. Olivera

img_1433-005-re

 

 

Serguey Karjakin está a punto de estrenarse como “challenger” del campeón Magnus Carlsen en el encuentro que sostendrán en New York. Ucraniano de nacimiento y muy precoz “niño prodigio”,Serguey juega desde 2009 bajo bandera rusa, luego de haber dejado su Crimea natal para establecerse en Moscú, en vista, según manifestó y manifiesta, del apoyo a su carrera deportiva que Vladimir Putin y su gobierno le proporcionan, lo que no obtenía en su país de origen. Muchos analistas consideran el hecho de que Rusia le haya otorgado a Karjakin la ciudadanía por decreto hace siete años, cuando tenía diecinueve, fue una jugada maestra del líder ruso, quien, empeñado en recuperar para su país la corona del mundo de ajedrez que detentara durante muchísimo tiempo, vio en el joven jugador una potencialidad a futuro que, finalmente, parece encaminada a brindarle  satisfactorios  resultados. Por otra parte el jugador, utilizando su popularidad como ajedrecista de nota, ha sido un firme defensor en los medios de la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014, hecho que aún hoy es motivo de una sangrienta disputa. También es un áspero crítico del colosal ex campeón del mundo Garry Kasparov, hoy residente en New york pero abierto opositor a las políticas de Putin.

Pero, como decíamos, no es cosa nueva el asunto de los cambios de nacionalidades en la comunidad ajedrecística profesional, sea cual fuere el motivo de los mismos.

Remontándonos a muchísimos años atrás, en 1878 el famoso jugador polaco Johannes Zukertort se hizo ciudadano inglés, con el objeto de fijar su residencia en una de las mecas ajedrecísticas de entonces, Londres. Y ya en el siglo XX, Aaron Nimzovich, letón de nacimiento, por los mismos motivos de su colega del siglo anterior, se asentó en Copenhague y adquirió la ciudadanía danesa.

Ha sido materia de discusión la manera en que el futuro campeón mundial Alexander Alekhine logró salir de Moscú, su ciudad natal (en la Unión soviética) en 1921, para afincarse en forma definitiva en Francia, país que le otorgó la nacionalidad en 1927. Según varios historiadores, lo habría hecho de manera subrepticia, no obstante lo cual hace algunos años salieron a la luz papeles de visado que el régimen bolchevique le otorgara para que pudiera irse. Lo que no se ha aclarado aún, y tal vez no se aclare nunca, es por qué se lo permitieron, siendo que Alekhine estaba, al menos en apariencia, enfrentado a las autoridades revolucionarias del país en ese momento.

imagen-078

El estallido de la Segunda Guerra Mundial y la consiguiente invasión de Europa por los nazis, encontró a lo más granado del ajedrez mundial en Buenos Aires, Argentina, participando del Torneo de las Naciones, en 1939. El hecho provocó que varios de los jugadores participantes del certamen, al finalizar el mismo, decidieran no retornar a sus países de origen. De entre los más renombrados, el polaco Miguel Najdorf y el brillante jugador austríaco (un probable aspirante al título mundial) Erich Eliskases, adoptaron la ciudadanía argentina y continuaron sus carreras en ese país. Otros menos renombrados hicieron lo propio, como el alemán Heinrich Reinhardt, el lituano Marcos Luckis y Albert Becker, también austríaco.

En 1976, uno de los mejores jugadores soviético, el GM Viktor Korchnoi, luego de finalizado un torneo internacional en Amsterdam, en lugar de dirigirse a la embajada de su país, como era de rigor, se presentó a una comisaría de la ciudad y pidió asilo político. El hecho significó un revulsivo importante a nivel mundial, no solamente en el ajedrez sino en la silenciosa batalla de la Guerra Fría, que se libraba entonces entre las dos superpotencias, y fue el comienzo de una larga lucha personal de Korchnoi contra la maquinaria ajedrecística soviética, personalizada en el joven y talentoso campeón mundial Anatoly Karpov. Nacionalizado suizo, el veterano y mediático Viktor fue durante los años siguientes el indiscutido número dos del mundo, ganador de gran cantidad de importantes torneos y dos veces retador en matches por el título, ambos signados por el enorme encono de los rivales.

October 1981, Merano, Italy --- Viktor Korchnoi plays chess against Karpov. --- Image by © Vittoriano Rastelli/CORBIS
Korchnoi, Merano, 1981

Desde luego, y en vista de la enorme estatura ajedrecística de Korchnoi y debido al particular momento en que se produjo (además de haber sido relativamente cercano en el tiempo), este fue el más sonado de todos los casos de cambio de nacionalidad en el ambiente de los escaques y trebejos. Pero hubo otros que incluso tuvieron ribetes más dramáticos: en 1978, luego de formar parte del equipo de la URSS en la Olimpíada de Buenos Aires (primera Olimpíada en la historia que los soviéticos no ganaron), el GM Boris Gulko, co-campeón soviético del año anterior, solicitó a las autoridades de su país la correspondiente autorización para trasladarse a Israel con su esposa Anna Akhsharumova, también ajedrecista y campeona femenina de la URSS en 1976. Ante la negativa, los esposos iniciaron una larga lucha que incluyó una huelga de hambre, hasta que en 1986 la administración Gorbachov les otorgó la posibilidad de viajar a los Estados Unidos, donde se afincaron y continuaron sus exitosas carreras.

Lev Alburt, tres veces campeón de Ucrania, después de desertar de la URSS, se afincó en EEUU en 1979, donde fue tres veces campeón estadounidense.

También de esos tiempos de difíciles relaciones entre las potencias, datan las deserciones de otros dos conocidos maestros soviéticos: Vladimir Liberzon emigró a Israel en 1973 y su colega Leonid Shamkovich hizo lo propio en 1975, para pasar luego a los EEUU.

El duro revés que significaron sus derrotas con Fischer en 1972 y con el disidente Korchnoi en 1978, hicieron que el ex campeón mundial soviético Boris Spassky perdiera muchos de los privilegios que los jugadores de élite tenían en la URSS y se lo comenzara a tratar en su país con recelos que no estaba dispuesto a aceptar. Por tal motivo, en 1984 y luego de arduas gestiones, logró la ciudadanía francesa y reside en el país galo desde entonces.

Un poco más cerca en el tiempo y ya en un período de mayor distensión, el GM Boris Gelfand, nacido en Bielorrusia, emigró a Israel en 1989 y se nacionalizó israelí poco después, residiendo actualmente en las cercanías de Tel-Aviv.

Terminada la Guerra Fría, hubo también varios casos de cambios de nacionalidad, claro que en otros contextos y por motivaciones muy diferentes.

75891_745311925481181_345888726_n
Anton Kovalyov

Anton Kovalyov nació en Ucrania en 1992, pero cuando tenía ocho años, con su familia se afincó en Buenos Aires, Argentina. Allí aprendió a jugar ajedrez y emprendió una meteórica carrera de la mano de los conocidos GM Panno y Ricardi, convirtiéndose a los quince años en el segundo mejor ajedrecista argentino en el ranking internacional. En 2007 se trasladó a Canadá, país para el que jugó la Olimpíada de Tromso en 2014 y la de Bakú en 2016, ganando en esta última la medalla de plata en el segundo tablero. Las razones de su salida de Argentina estribaron, según el mismo Anton lo manifestara, en la difícil situación económica que vivía su familia, sumado a una falta de apoyo a su carrera de las autoridades del ajedrez del país sudamericano.

Es curioso el caso de Alexey Shirov, nacido en Riga, Letonia, en 1972. Jugador de primerísima fila desde los años ’90, en 1996 se radicó en Tarragona, España y se nacionalizó español, pasando a representar a la Federación Española. Integrante de la élite del ajedrez mundial, primer tablero español en varias Olimpíadas y aspirante al título ecuménico durante varios años, en 2012 anunció sorpresivamente su decisión de volver a representar a su tierra natal, luego de dieciseis años jugando bajo la bandera de su país de adopción.

Entre los jugadores “top ten” de la actualidad, resultan llamativos los casos de Caruana, Nakamura y Wesley So, integrantes del equipo Olímpico de los Estados Unidos.

chesschamps
Nakamura, Caruana y So

 Fabiano Caruana, actual número dos del ranking FIDE, si bien nació en Miami, representó a Italia (la patria de sus padres) a partir de que su familia se trasladara a Europa. Pero a partir de 2015 decidió continuar su carrera en los EEUU, pasando a representar a la Federación de ese país, aunque ostenta la doble nacionalidad ítalo/estadounidense-

Hikaru Nakamura, número ocho del ranking, nació en Osaka, Japón, pero a la edad de dos años su familia se mudó a los Estados Unidos, donde se nacionalizó y creció ajedrecísticamente hasta su actual y brillante momento. Por tal motivo, es difícil considerarlo un emigrado, no obstante haber nacido en otro país, pero lo incluímos en esta crónica para clarificar algunas dudas que suele haber sobre su nacionalidad real.

Wesley So, rankeado número seis del mundo, nació en 1993 en Filipinas. Su vertiginoso avance a través de los torneos lo llevó en 2008 a ser el jugador más joven de la historia en romper la barrera de los 2600 puntos ELO. En 2014 adoptó la nacionalidad estadounidense y, por tanto, representa desde ese momento a la federación del país del norte.

Como hemos visto, los motivos para los cambios de nacionalidad de los jugadores de ajedrez de alto nivel mundial, han sido variados y bien distintos. Desde cuestiones políticas y familiares, hasta económicas y de prosperidad y apoyo ajedrecístico, han influido en las decisiones de aquellos ajedrecistas que optaron, a través de toda la historia del juego, por el exilio, el desarraigo o un cambio radical de sus modos de vida o su carrera profesional.


 

De tránsfugas, exiliados y desarraigos