Fine: ajedrez y psicología

Nacido en New York el 11 de Octubre de 1914, Reuben Fine tuvo sus primeros contactos con el ajedrez siendo un niño, en el afamado Marshall Chess Club, de su ciudad natal. Pronto demostró una singular habilidad para el juego, en particular en “blitz”, modalidad en la que llegó a tener fama de imbatible en el ámbito del club. En los años treinta, sus excelentes resultados en los torneos de su país (entre los que destaca su segundo puesto detrás del consagrado Reshevsky en Syracuse 1934), le permitieron lanzarse al ruedo en la arena internacional, convirtiéndose en poco tiempo en un destacado miembro de la élite.

Por Horacio R. Olivera

reubenfineComo miembro del equipo olímpico de los Estados Unidos, Fine participó en tres Olimpíadas, alanzando la medalla de plata en el tercer tablero en Folkestone 1933 y la de oro en Estocolmo 1937, defendiendo el segundo tablero

El año 1936 marcó el inicio del  su despegue ajedrecístico internacional en el plano individual: ganó en Zandvoort (relegando a Euwe, Tartakower, Keres y Bogoljubow) y obtuvo puestos de gran relevancia en  Amsterdam (segundo de Keres y superando nada menos que a Alekhine), Nottingham (cuarto dejando atrás a Reshevsky, Flohr, Lasker y nuevamente Alekhine) y Hastings (segundo con medio punto menos que Alekhine). Al año siguiente, ya afianzado y altamente considerado por sus pares, obtuvo dos segundos puestos detrás de Keres en Margate (dejando atrás nuevamente al campeón Alekhine) y en Semmering Baden (por sobre Reshevsky y Capablanca).

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Keres-Fine, Margate 1937

Pero fue en 1938 cuando Fine alcanzó su logro de mayor envergadura, al empatar con el genial estonio Paul Keres el primer puesto del Torneo AVRO, en Holanda, considerado uno de los más fuertes de la historia. En el certamen, organizado con el objeto de clasificar a un retador por el campeonato del mundo, quedaron detrás del norteamericano jugadores del calibre de Botvinnik, Alekhine (campeón vigente), Euwe, Reshevsky, Capablanca y Flohr.

Sin embargo y a pesar de haber obtenido Keres el derecho de ser el desafiante, debido a su mejor sistema de desempate, el estallido de la guerra no solo impidió la realización del match con Alekhine, sino que significó el inicio de un período de muy escasa, cuando no nula, actividad en lo que a torneos internacionales se refiere. Fine, entonces, se inclinó a la literatura ajedrecística, actividad en la que fue sumamente prolífico. Así, en 1941 escribió la que acaso sea su obra más difundida, el famoso “Finales básicos de ajedrez”, destinado a ser un verdadero clásico y considerado durante muchos años el mejor libro sobre el tema. A lo largo de su vida publicó, entre otros títulos, “El medio juego en ajedrez” e “Ideas detrás de las aperturas”, ambos de poco menos que obligada lectura para el aficionado y el jugador de torneos.

9780486215518Pero aparte del ajedrez, Fine tuvo otros intereses en la vida. Se doctoró en Psicología, materia en la que fue un destacado profesor en importantes universidades de los Estados Unidos y autor de destacadas obras, como por ejemplo su famosa “Historia del Psicoanálisis”, convertido en un texto clásico de la disciplina.

No es de extrañar, por supuesto, que haya también escrito un libro que entrelaza y relaciona con maestría sus dos especialidades: “La psicología del ajedrecista”.

Finalizada la guerra, continuó jugando durante algunos años, si bien en forma más esporádica y fue sorprendente su rechazo a la invitación que la FIDE le hiciera para participar en el Torneo para el campeonato mundial en 1948, decisión que fundamentó en su dedicación a tiempo completo a la psicología. Así, el ajedrez fue perdiendo a uno de sus más conspicuos jugadores, ya que a partir de entonces, si bien jugó en algunos pocos torneos, fue retirándose de la actividad, cuando aún se encontraba en plena forma.

No obstante, siguió ligado al juego, pues gustaba de jugar partidas rápidas en el club o brindar sesiones de simultáneas (“a la ciega” era su especialidad), aparte de su ya mencionada faceta literaria. Respecto de la misma cabe destacar que luego del match Fischer-Spassky de 1972, escribió un interesante libro con el ampuloso título de “Bobby Fischer conquista el Campeonato Mundial de Ajedrez. Psicología y tácticas en el match por el título”, en el que nuevamente aprovecha su doble condición de ajedrecista y psicólogo para crear una obra memorable.

Y ya que nombramos a Fischer, recordamos, para terminar esta semblanza, un interesante episodio ocurrido en 1963, demostrativo del amor propio de Fine como ajedrecista, no obstante haberse retirado de las competencias muchos años antes: Fischer, un muchacho en ese entonces pero ya un ajedrecista excepcional, aceptó el envite del maestro para jugar algunas partidas amistosas en su casa de New York. Si bien el match fue “off the record”, una de las partidas ganadas por Bobby fue publicada algunos años después en su famoso libro “Mis sesenta memorables partidas”, que tuviera, como se recordará, una extraordinaria difusión. El caso es que la partida en cuestión es una espectacular demolición de Fischer en 17 jugadas, con las blancas en  un Gambito Evans, sobre su afamado rival (ver partida). fine6Pero cuando el libro vio la luz, Fine se enojó muchísimo con su amigo, alegando que él no había autorizado publicación alguna, pues su juego había sido muy malo y descuidado, ya que no solamente se encontraba retirado sino que al ser partidas amistosas, no había jugado con la suficiente concentración. La anécdota no recoge cuanto duró el enojo, ni la actitud de Bobby ante el mismo.

Reuben Fine ocupa, sin duda alguna, un sitial destacado en la historia del ajedrez moderno, ya que compitió de igual a igual con los más grandes genios de su tiempo. Su corta pero sin duda extraordinaria carrera ajedrecística vive en sus magníficas partidas y, por supuesto, en la gran obra literaria que nos ha legado.

Falleció en New York, el 26 de Marzo de 1993.


Pueden ver todas sus partidas ingresando al siguiente link


Visor con algunas de las partidas más notables de Reuben Fine


 

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