Mikhail Botvinnik, el patriarca del ajedrez soviético

Mikhail Moisseievich Botvinnik, nacido en Kuokkala, Rusia, el 17 de Agosto de 1911, fue el heredero de los grandes jugadores de inicios del Siglo XX y se mantuvo en los primeros lugares de la élite mundial durante más de treinta años, convirtiéndose en el símbolo de la supremacía del ajedrez soviético de esa época. Ingeniero electrónico de profesión, volcó también sus conocimientos de ese campo al ajedrez, siendo pionero en la investigación de la “inteligencia artificial”, hoy una plena (e insoslayable) realidad en la teoría y práctica del juego.
Por Horacio R. Olivera

botvinnik01En 1925, el gran José Raúl Capablanca fue sorprendentemente derrotado, en una exhibición de simultáneas en San Petersburgo, por un muchachito de catorce años: Mikhail Botvinnik. Cuando Don José abandonó la partida, extendió la mano a su rival y comentó con hidalguía: “Este joven tiene un gran futuro!” Fue el espaldarazo para una incipiente carrera ajedrecística que Mikhail había iniciado poco antes, en los campeonatos escolares de su ciudad. Poco después compartió el segundo puesto en el Campeonato de Leningrado y jugó su primer Campeonato Soviético en 1927, alcanzando un muy meritorio quinto lugar. Pese a no ser un jugador extremadamente activo, sus progresos fueron muy rápidos en los años siguientes y en 1931 ganó por primera vez el Campeonato Soviético. En los años que precedieron al inicio de la guerra, jugó con éxito en certámenes de primer nivel, obteniendo la victoria en el fortísimo torneo de Moscú 1935 (empatado con Flohr y superando entre otros a Lasker y Capablanca), quedando segundo de Capablanca en el mismo torneo de 1936 y empatando el primer puesto con el genial cubano en Nottingham en ese mismo año, torneo en el que participaron los mejores jugadores de ese tiempo. En 1938, por fin, participa en Holanda del Torneo AVRO, organizado con el fin de obtener al retador del campeón del mundo en ejercicio, Alexander Alekhine. Jugado por los ocho ajedrecistas a quienes se consideraba los mejores del orbe, Mikhail alcanzó un magnífico tercer puesto, detrás de los ganadores, Keres y Fine.

Al finalizar el conflicto bélico, y sin que hubiese llegado a concretarse el reto al Campeón del Mundo, Botvinnik, con el apoyo de la dirigencia soviética, inició negociaciones con Alekhine para organizar un match entre ambos con el título en juego (en esas épocas, estos encuentros no se organizaban orgánicamente sino entre partes y era decisivo para el acuerdo el monto de dinero para premios que aportara el retador). No obstante estar avanzadas las negociaciones, el choque nunca se produjo debido al repentino fallecimiento de Alekhine el 24 de Marzo de 1946.

De izq. a der.: Keres, Smyslov, Reshevsky, Euwe y Botvinnik
De izq. a der.: Keres, Smyslov, Reshevsky, Euwe y Botvinnik

En 1948 por fin, se jugó en La Haya y Moscú el certamen para consagrar al sucesor del fallecido Campeón. Botvinnik, Smyslov, Euwe, Reshevsky y Keres se midieron en agotador torneo a cinco vueltas, resultando claro ganador Botvinnik, con tres puntos de ventaja sobre el segundo, consagrándose nuevo Campeón del Mundo. 

Ver todas las partidas del  Torneo 1948


Durante su reinado, convertido en ídolo indiscutido de la afición de su país y “Patriarca” del ajedrez soviético, Botvinnik jugó apenas uno o dos torneos por año, por supuesto que con éxito en la gran mayoría de los mismos; defendió el primer tablero de su país en las Olimpíadas y jugó también algunos matches de entrenamiento con Grandes Maestros soviéticos. Pero puntualmente acudió en defensa de su cetro en encuentros con Bronstein (1951) y Smyslov (1954) empatando ambos 12 a 12 y reteniendo, en consecuencia, el título. Pero en 1957 lo perdió con el mismo Smyslov aunque al año siguiente, haciendo uso del vigente derecho a revancha establecido por la FIDE, consiguió recuperarlo ante el mismo rival.

Ver match Botvinnik-BronsteinBotvinnik-Smyslov 1954, Botvinnik-Smyslov 1957, Botvinnik-Smyslov 1958

1960
Tahl vs Botvinnik

En 1960 no pudo con el ímpetu juvenil y el estilo agresivo y brillante de Mikhail Tahl y volvió a caer, para resurgir de manera espectacular un año después, derrotando a Tahl sin atenuantes. Es interesante conocer los siguientes comentarios de Botvinnik respecto de sus matches con Tahl, reveladores de su profundo estudio de las cuestiones tanto estratégicas como prácticas del juego: “De Tahl me sorprendieron, en el primer match, su capacidad de calcular variantes y su modo de plantear la partida. No le interesaba la objetividad de la posición, solo necesitaba espacio para sus piezas; sin embargo le iba bien, lo hacía mejor que yo, que me equivocaba. Comprendí que en la revancha no podría competir con él si las piezas tenían movilidad, vida. Busqué entonces posiciones más cerradas, en las que Tahl no podía alcanzar ventajas, pues no tenía una comprensión posicional suficiente para el juego cerrado. Así pude ganar esa revancha por una gran diferencia”. Es interesante, para quien quiera tomarse el trabajo de hacerlo, repasar las partidas de ambos encuentros, para advertir cuanta sabiduría ajedrecística encerraron estos conceptos que Botvinnik utilizó para recuperar su cetro.

Ver Botvinnik-Tahl  Campeonato del mundo Match 1960 y Match 1961

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Frente a Tigran Petrosian

En 1962 el armenio Tigran Petrosian, en pleno uso de su sólido estilo posicional, derrotó a un Botvinnik que comenzaba a acusar el paso de los años. Al haber sido modificado el reglamento y dejar de existir el derecho de revancha, Mikhail puso fin a su lucha en el Olimpo ajedrecístico mundial, convencido que le sería arduo y muy difícil competir ante los nuevos valores en alza en los ciclos de la Candidatura. Algunos años después dijo: “Por la época en que perdí con Petrosian, ya no era yo el mejor, pues varios ajedrecistas podían compararse conmigo. Pero ellos eran mucho más jóvenes que yo. Era normal ceder el puesto a un ajedrecista de mi misma capacidad, pero más joven que yo”.  

Ver Botvinnik-Petrosian Match por el campeonato del mundo 


Continuó participando, aunque esporádicamente, en torneos internacionales, hasta el certamen de Leyden en 1970, después del cual decidió retirarse definitivamente de los tableros. A partir de allí, se volcó a la actividad que desde años atrás lo atraía con pasión: la investigación sobre inteligencia artificial y el desarrollo de un programa de ajedrez capaz de vencer al hombre. Está claro que, aunque dejáramos de lado todos los lauros y enseñanzas de su magnífica carrera ajedrecística, este solo aporte ya hubiera convertido a Botvinnik en un referente central del ajedrez de todos los tiempos, habida cuenta de la ubicación central que las computadoras tienen ya desde hace varios años en nuestro juego. En esto él fue un hombre preclaro, un adelantado a su tiempo, pues supo transformar, con su esfuerzo y sabiduría, una utopía en una incontrastable realidad.

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Botvinnik y su alumno, Gari Kasparov

Brillante analista, incluso en sus tiempos de inactividad momentánea, nunca dejaba de analizar las partidas tanto de sus contemporáneos como de los grandes del pasado. Jugador de una lógica férrea, sabía encontrar las claves de cada posición y trazar los planes necesarios a llevar a cabo conforme la misma. Es muy recomendable que aquellos ajedrecistas con deseos de progresar se familiaricen con los comentarios que el soviético ha dejado sobre sus propias partidas, en los que pueden apreciarse su profunda comprensión del juego. Por supuesto, fue también un formador de jóvenes talentos ya que por su escuela pasaron futuros campeones de la talla de Karpov, Kasparov y Kramnik, quienes se nutrieron de su particular visión del ajedrez.


Como todo personaje descollante en su actividad, Botvinnik fue también objeto de críticas, la mayoría de ellas referidas a su condición de convencido comunista, miembro del partido y “niño mimado” de las autoridades gubernamentales de su país, lo que, según sus detractores, le permitió durante años manejar, en las sombras, decisiones arbitrarias en el campo del ajedrez soviético. Cierto o no, nada puede empañar su obra. Allí están, para confirmarlo, su inmortal legado de partidas magistrales, sus enseñanzas y sus aportes a la ciencia del juego.


Mikhail Botvinnik falleció en Moscú el 5 de Mayo de 1995.


Pueden ver las partidas, match y torneos jugados por Botvinnik en el siguiente link: http://bit.ly/2bcd6aH


Partidas destacadas

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