Najdorf, un ajedrecista de excepción

No es exagerado caracterizar a Miguel Najdorf como el más grande exponente del ajedrez argentino en toda su historia, ni como uno de los mejores del mundo. Repasemos su carrera.

panno-najdorf-img978


Nacido en Polonia en 1910, Najdorf se acercó al ajedrez desde muy joven, formando parte del equipo polaco en la Olimpíada de Munich en 1936 (no oficial), donde obtuvo la medalla de oro en su tablero.

En 1939, también representando a su país de nacimiento, jugó la Olimpíada realizada en Buenos Aires. Allí lo sorprendió el inicio de la Segunda Guerra Mundial, motivo por el cual, al igual que otros jugadores, resolvió no regresar a su patria, decisión crucial y traumática que conllevaba la definitiva separación de su familia y afectos, sumado a la incertidumbre sobre la suerte que correrían ante la invasión nazi a su tierra, en vista de su condición de judíos. Pese a sus esfuerzos y gestiones, no logró conseguir que al menos su esposa e hija viajaran a Argentina y sus esperanzas fueron diluyéndose con el correr de los días. Años después supo que toda su familia había muerto a manos del hitlerismo.

Najdorf dudó durante un tiempo si quedarse en Argentina o viajar a Cuba, desde donde lo llamaba el gran Capablanca. Pero optó por radicarse finalmente en Buenos Aires, porque según contaba “decían que había que ganarse el puchero” (comida tradicional argentina”). Como en Polonia se decía “ganarse el pan, puchero es más que pan; luego, éste es un lugar rico!” y se decidió por permanecer en ese país.

No obstante haber sido también empresario en el rubro de Seguros, Najdorf  dedicó su vida al Ajedrez; fue uno de los mejores jugadores del mundo en los años cuarenta,  cincuenta y sesenta, y destacó en la modalidad de partidas simultáneas de “ajedrez a ciegas”. En octubre de 1943 estableció el primer récord mundial de partidas simultáneas a ciegas en la ciudad de Rosario, en la sede del Círculo de Obreros, jugando contra 40 tableros (+36 =1 -3). Y el 25 de enero de 1947 en San Pablo, Brasil, y ante representantes internacionales,  Najdorf superó su propio récord al enfrentarse a 45 tableros (+39 =4 -2) y 83 participantes que eran relevados a medida que se cansaban.  En simultáneas “standard” llegó a jugar contra 250 rivales al mismo tiempo.

botvinnik-Najdorf-56En 1950, cuando la FIDE creó el sistema de títulos oficiales, fue uno de los jugadores a los que se reconoció con la categoría de Gran Maestro Internacional.

Jugó con éxito en infinidad de torneos internacionales y varios interzonales, destacando claramente su sexto lugar en el famoso Torneo de Zurich 1953, uno de los más fuertes de la historia. El tradicional torneo magistral de Mar del Plata(Argentina), cita anual de relevante nivel ajedrecístico internacional durante muchos años, lo tuvo varias veces como ganador. En 1970 formó parte del equipo “Resto del Mundo” que enfrentó a la selección soviética. Luego de cuatro partidas contra el ex campeón mundial Mikhail Tahl, el match individual terminó empatado 2 a 2.

Fue varias veces Campeón Argentino y durante muchos años defendió el primer tablero de su país de adopción en las Olimpíadas de Ajedrez.

Si bien su estilo era agresivo y eminentemente táctico, como todo Gran Maestro dominaba por igual todas las fases del juego. Tuvo entre sus derrotados a los mejores jugadores de su tiempo, entre ellos varios campeones mundiales, tales como Botvinnik, Petrosian, Tahl, Spassky y Fischer.

Excelente jugador de ritmo Blitz (fue considerado el campeón mundial oficioso durante mucho tiempo), en sus últimos años disfrutaba de jugar en esa modalidad todas las tardes en el Club Argentino de Ajedrez, casi siempre contra jóvenes valores en alza.

En lo personal era expansivo, de un carácter avasallador y complejo. Durante las partidas no podía casi permanecer quieto en su silla mientras su rival pensaba y solía pasear entre los demás tableros y preguntar a cualquier colega (o no tanto) que estuviera mirando la posición de su partida: “Estoy perdido?”.

Era habitual, ya mayor y retirado de las competencias, verlo visitar los torneos importantes en cualquier lugar del mundo, como comentarista, analista o sencillamente como fanático del juego.

“El Viejo”, como cariñosamente se lo conocía en el ambiente, amó el ajedrez, al que, como vimos, le debió de alguna manera su vida. Su colección de anécdotas producto de sus torneos alrededor del mundo, es una parte más de esta vida intensa a la que nos hemos aproximado brevemente en esta crónica.

Miguel Najdorf falleció en Málaga, España, el 4 de Julio de 1997.

Valgan estas líneas como merecido homenaje de Ajedrez12 a una incomparable leyenda del ajedrez mundial.

 


En el siguiente visor podrán ver algunas destacadas partidas de Miguel Najdorf. Y cliqueando aquí, el resto de sus partidas.

Najdorf, un ajedrecista de excepción
Etiquetado en: