David Bronstein, creatividad y belleza en el tablero

Las aportaciones e ideas renovadoras de “Devik” fueron muchas y algunas repercuten aún en el ajedrez de nuestros días.
Juegan todos y ganan
Las aportaciones e ideas renovadoras de “Devik” fueron muchas y algunas repercuten aún en el ajedrez de nuestros días.
Moscú, 1951. En la monumental Sala de Conciertos Tchaikowski, el campeón mundial Mikhail Botvinnik y su rival, un joven David Bronstein, disputan la última partida del maratónico match que, con el título del mundo en disputa, los enfrenta desde hace dos meses.
Querido y valorado por sus contemporáneos, David Bronstein no ha tenido el inmenso reconocimiento que hubiera debido esperarse en virtud de los grandes aportes que hiciera al ajedrez todo.
Moscú, 1951. En la monumental Sala de Conciertos Tchaikowski, el campeón mundial Mikhail Botvinnik y su rival, un joven David Bronstein, disputan la última partida del maratónico match que, con el título del mundo en disputa, los enfrenta desde hace
La fascinación que las partidas de “Misha” Tal ejercen aún hoy sobre todos aquellos admiradores del juego sin compromiso ni temores, no dejan dudas acerca de que su legado, en forma de sacrificios y variantes espectaculares y sorprendentes, forma parte de la historia grande de nuestro juego.
En esta tercera entrega, el investigador argentino Sergio Negri continúa abordando el tema de los Reyes sin Corona, concentrando la atención en quiénes podían aspirar a ser designados en ese carácter desde los tiempos en que Steinitz llegó a ser reconocido como campeón mundial. Desandaremos la saga de los grandes jugadores que no pudieron consagrarse como campeones del mundo, a pesar de los indudables méritos que aquilataron para llegar a esas cumbres.