Leibniz, el filósofo alemán que imaginó a Dios jugando al ajedrez

Si cuando Dios creó al mundo lo hizo de manera lúdica, jugando un juego, para Leibniz ese juego que practicaba la divinidad era el ajedrez.
Juegan todos y ganan
Si cuando Dios creó al mundo lo hizo de manera lúdica, jugando un juego, para Leibniz ese juego que practicaba la divinidad era el ajedrez.
Hace 371 años, nacía el filósofo y matemático alemán Gottfried Leibniz, además de su simultáneo descubrimiento con Newton del cálculo diferencial, es considerado uno de los fundadores de las estadísticas y del cálculo en juegos. Tal vez lo conozcan por una frase genial que se le atribuye: “El ajedrez es demasiado juego para ser ciencia y demasiada ciencia para ser juego». Pero su labor vinculada a nuestro juego ha ido más lejos. Si cuando Dios creó al mundo lo hizo de manera lúdica, jugando un juego, tal como Heráclito introdujo al describir al niño Aión, para Leibniz ese juego que practicaba la divinidad era el ajedrez.
Hace nada menos que 300 años, fallecía el filósofo y matemático alemán Gottfried Leibniz, además de su simultáneo descubrimiento con Newton del cálculo diferencial, es considerado uno de los fundadores de las estadísticas y del cálculo en juegos. Tal vez lo conozcan por una frase genial que se le atribuye: “El ajedrez es demasiado juego para ser ciencia y demasiada ciencia para ser juego». Pero su labor vinculada a nuestro juego ha ido más lejos. Si cuando Dios creó al mundo lo hizo de manera lúdica, jugando un juego, tal como Heráclito introdujo al describir al niño Aión, para Leibniz ese juego que practicaba la divinidad era el ajedrez.