Laaaaargas partidas…

La partida muy larga, aquella que parece que nunca va a terminar, requiere de un espíritu de lucha y una concentración tal, que hace falta una excelente preparación física y psíquica que excede lo simplemente ajedrecístico, pues se trata una verdadera “tour de force”, en la que los rivales libran su batalla individual en condiciones de extrema tensión, con la presión adicional de intentar no echar por la borda en la jugada 150, 190 o 200, un trabajo que le ha costado horas y horas de esfuerzo mental…